| Una preocupación bastante común entre los padres es la elección de una actividad extraescolar para sus hijos. El deporte es una buena opción para ocupar su tiempo libre; también combinado con actividades que fomenten y complementen sus estudios y crecimiento personal, como academias, idiomas, etc.
Algunos padres descartan rápidamente la idea de que su hijo haga deporte porque consideran que no tienen las cualidades y aptitudes necesarias o conceden más importancia a otras actividades. Bien, por un lado es importante saber que existen muchos tipos de deporte y actividad física. Las cualidades que requiere cada una son tan variables como la diversidad de actividades que existen. En mi opinión, cada uno tiene la suya, sólo hay que dar con ella. Además, la elección de una actividad no es permanente e inamovible… se puede probar, cambiar, empezar, e incluso volver; lo importante es que el niño disfrute con lo que hace. Y aunque es cierto que existe una predisposición, nadie nace enseñado. Si el niño disfruta, mejorará fácilmente.
Otro dato importante a tener en cuenta es que el deporte y la actividad física ayudan precisamente a desarrollar esas cualidades que vuestro hijo no tiene. Es decir, no es necesario que sea un as corriendo, tenga una buena coordinación, sepa saltar muy alto… eso vendrá después. El deporte ayuda a desarrollar y fomentar la psicomotricidad, lo cual significa que cuanto más se mueva y practique, menos “pato” será. Y no sólo eso, el deporte también ayuda a que todo lo demás funcione mejor. Las habilidades sociales, tanto si es una actividad colectiva o individual, mejoran al relacionarse con compañeros, entrenadores y otros deportistas. También las capacidades intelectuales se benefician de la actividad extra que realiza física y mentalmente el niño, y así mejoran capacidades como la organización, la concentración, la responsabilidad de uno mismo… Por último, los beneficios se observan incluso en el humor y la actitud de los menores, que suelen mejorar positivamente junto a lo demás.
Así que, para tenerlo claro, ¿qué actividad es mejor? Como decía, cada uno tiene su actividad predestinada. Se trata de probar, experimentar y crecer. Y sobre todo, no realizar estas actividades con el objetivo de llegar a lo más alto, si no de desarrollarnos lo máximo posible, aprendiendo y disfrutando el camino.
Rocío Blanco
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