| | Increíble ambiente ayer en el Cross de la Artillería. Ni más ni menos que la XV edición, y la misma ilusión que la primera. Cartagena se inundó de deporte, ánimo, aplausos y superación.
Toda una experiencia asistir a eventos de este tipo, y ser partícipe del mismo. También es un lujo pasear por esas calles repletas de gente con sonrisas en la cara, unidas por un motivo común.
Los diferentes recorridos, con sus características específicas y duración, se juntaban con las características individuales de cada corredor. Personas compitiendo por un puesto entre los más rápidos, otros que se conformaban con terminar la carrera, algunos lo hacían andando, gente a la que le gusta correr, el ejercicio, algunos empujados por otros; unos debutaban, para otros se ha constituido ya una rutina esta carrera.
En cualquier caso, un momento de ejercicio físico en el que gente conocida y anónima se animaban mutuamente. Algunos corredores impulsaban con palabras de ánimo al resto en los tramos más duros del recorrido, espectadores ponían las manos para chocar y aplaudían al ritmo de los pies de los corredores. Sin duda, parte importante del cross. El ánimo recibido te impulsaba a correr aún más, enorgulleciéndote de formar parte del evento y completar con éxito aquello que nos proponíamos: llegar a la meta.
Además, profesionales como fisioterapeutas, y diferentes patrocinadores dando comida, muestras y bebida, acompañaron la mañana cons sus servicios.
¡Cartagena rezumó ayer deporte y salud! Que gran plan para un domingo por la mañana en el que se vistieron de corto niños, adultos, mayores… padres e hijos, amigos, compañeros, conocidos… ¡Y así, compartiendo ese momento, y con las pilas cargadas, se empieza mucho mejor la semana nueva!
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